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Actualidad > Cerebro.jpgLa desregulación del hierro en el cerebro de las personas con párkinson es confirmada por una de las técnicas más avanzadas en el análisis de imágenes por resonancia magnética. 

Un estudio del centro alemán DZNE y publicado en la revista Brain, hace un mapeo de la distribución del hierro en el cerebro de las personas con enfermedad de Parkinson y prueba que una nueva técnica de análisis de los datos arrojados por una resonancia magnética puede tener un valor diagnóstico en el párkinson. 

El hierro es fundamental en nuestro organismo. Es un mineral imprescindible en el transporte de oxígeno por nuestro cuerpo, además de otros procesos, y tenerlo por debajo de la media puede generar cansancio. Por otro lado, el exceso de hierro en algunas regiones del cerebro parkinsoniano, se asocia al daño oxidativo de las neuronas. Esta es la idea que se maneja, no solo en párkinson, sino también en otras enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Sin embargo, para algunos científicos el déficit de hierro en algunas áreas del cerebro genera problemas en la supervivencia de las neuronas, por lo que no se ha elaborado ninguna hipótesis sólida que explique el mecanismo mediante el cual niveles bajos de hierro contribuyen a la enfermedad de Parkinson. 

Hasta el momento se había constatado la desregulación de los niveles de hierro en diversas áreas del cerebro de los enfermos, pero no se había hecho una “fotografía” total. Esto lo logró el grupo de investigación alemán.

Los científicos utilizaron una técnica que se emplea desde hace muy pocos años (de hecho, no está muy extendida) denominada mapa cuantitativo de susceptibilidad (QSM por sus siglas en inglés). Esencialmente consiste en una forma diferente de procesar las imágenes tradicionales de resonancia magnética que permite medir las concentraciones de metales y otras sustancias como el hierro o el calcio.

En la investigación se elaboró un mapa de la distribución de hierro en el cerebro de 25 enfermos de párkinson y 50 personas sanas. Comparando las imágenes de ambos grupos, los científicos comprobaron algunos elementos que ya habían visto investigaciones previas. Como explica uno de los autores del estudio, el Dr. Peter Nestor:En los pacientes con párkinson encontramos exceso de hierro en la sustancia nigra, como se esperaba de estudios previos, pero también en extensas áreas del neocórtex.

 La sustancia nigra es el área cerebral más extensamente implicada a la enfermedad de Parkinson debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas que ahí ocurre. Cuando los primeros síntomas de la enfermedad son evidentes, ya se ha perdido alrededor del 60% de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra.

En la investigación también se identificaron áreas de bajos niveles de hierro que hasta ahora no habían sido extensamente estudiadas. Los científicos apuntan a que, con la resonancia magnética tradicional, estas diferencias no fueron captadas. De hecho, ponen en la técnica QSM muy buenas expectativas de futuro. Según el Dr. Nestor: QSM se basa en datos de medición que la resonancia magnética estándar no usa. Sin embargo, la mayoría de los escáneres clínicos, en principio, pueden tomar y guardar esa información para su posterior procesamiento. Los mapas de todo el cerebro que reflejen la imagen de susceptibilidad magnética podrían servir potencialmente como biomarcadores para la enfermedad. En otras palabras: QSM podría ayudar a mejorar el diagnóstico de Parkinson y otros trastornos relacionados.

Fuente: TiTi, Brain

 

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