Para las personas con enfermedad de Parkinson (EP), manejar la enfermedad a menudo se reduce a equilibrar diariamente la dopamina —el neurotransmisor que se pierde en la EP. El reto está en trabajar con terapias de reemplazo de la dopamina para encontrar un equilibrio entre los niveles altos y bajos. Los medicamentos de dopamina han mejorado la vida de millones de personas. Pero hay cada vez más discusión acerca de los trastornos de control de los impulsos (ICDs, por sus siglas en inglés), una frase que se utiliza para describir niveles insanos de juego, compra, ingesta de alimentos y actividad sexual. Los investigadores piensan que algunas personas con Parkinson que exhiben estos comportamientos pueden estar experimentando algún efecto secundario de las terapias de reemplazo de dopamina. ¿Le preocupa que usted o un ser querido pueda verse afectado? Para responder a sus preguntas, la Fundación contra la Enfermedad de Parkinson (PDF, por sus siglas en inglés) conversó con el Dr. Daniel Weintraub, quien en el 2010 publicó el estudio más grande acerca de las ICDs que se haya llevado a cabo.

Fuente: Parkinson’s Disease Foundation

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