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ciencia, medicina y farmacología > jeringa.pngInvestigadores de la Clínica Mayo en Arizona y del Instituto ‘Banner Sun Health’ han determinado que analizar una porción de la glándula submandibular puede ser la forma de diagnosticar la enfermedad de Parkinson (EP) temprana. El estudio fue publicado este mes en ’Movement Disorders’, también conocido como el ‘journal’ oficial de la Sociedad Internacional de Parkinson y Trastornos del Movimiento.

Actualmente, no hay una prueba diagnóstica precisa para la enfermedad de Parkinson. Los investigadores creen que la biopsia transcutánea de la glándula submandibular puede suponer un diagnóstico preciso. La prueba consiste en insertar una aguja en la glándula submandibular por debajo de la mandíbula y sacarla una vez obtenido el tejido del núcleo de la glándula. Los investigadores buscan una proteína en las células de esa glándula de los pacientes que tienen EP temprana y la comparan con personas sin la enfermedad.

“Este es el primer estudio que demuestra la validez de tomar una porción de la glándula submandibular para diagnosticar a una persona viva con Parkinson temprano. Hacer un mejor diagnóstico en pacientes vivos es un gran paso para avanzar en nuestro intento para comprender y mejorar el tratamiento de los pacientes”, asegura el autor del estudio Charles Adler, neurólogo y profesor de Neurología de la Clínica Mayo.

El estudio involucró a 25 pacientes con EP de menos de 5 años de evolución y 10 sujetos control sin EP. Las biopsias se toman de una glándula submandibular, que es una glándula que produce saliva. Las biopsias se realizaron como una cirugía menor por los doctores Michael Hinni y David Lott  de la Clínica Mayo. Los tejidos biopsiados fueron analizados para encontrar la evidencia de una proteína anormal en el párkinson por el coautor del estudio, el Dr. Thomas Beach, neuropatólogo del Instituto Banner Sun Health Research.

“Este procedimiento dará diagnósticos mucho más precisos de la EP de los que ahora se realizan,” afirma el Dr. Beach. “Uno de los potenciales mayores impactos de este descubrimiento está en los estudios clínicos, ya que actualmente algunos pacientes  que participan en los estudios sobre el párkinson, no necesariamente tienen que tener la EP y esto es un gran impedimento para el ensayo de nuevas terapias”.

La proteína anormal del párkinson se detectó en 14 de 19 pacientes que tenían suficiente tejido para estudiar, dando resultados positivos que necesitan más estudios. El equipo de investigadores anteriormente había demostrado que la biopsia podía detectar la proteína en 9 de cada 12 pacientes con la enfermedad avanzada.

“Este estudio nos da la primera evidencia directa para la utilización de la biopsia de la glándula submandibular como test diagnóstico en pacientes vivos con párkinson temprano,” explica el Dr. Adler. “Este hallazgo, en pacientes con EP temprana, puede ser de gran utilidad en el diagnóstico en pacientes con la enfermedad en fase temprana ya que éste en esta fase no es tan certero como en los casos que la enfermedad se lleva desarrollando durante más de 10 años”. 

La EP es un desorden progresivo del sistema nervioso que afecta al movimiento así como al sueño, el caminar, equilibrio, tensión arterial y olfato. Es progresiva, a veces empieza con un temblor apenas perceptible en una mano. Pero mientras el temblor puede ser el síntoma mejor conocido en la EP, esta enfermedad frecuentemente causa rigidez o lentitud de movimiento. Actualmente, el diagnostico se hace basado en la historia médica, una revisión de los signos y síntomas, un examen neurológico y descartando otras patologías. En un estudio anterior, los Drs. Adler y Beach encontraron que sobre el 45% de los pacientes pueden ser mal diagnosticados en una fase temprana de la enfermedad. Aunque la EP no tiene cura, la medicación puede mejorar notablemente los síntomas.

 

Fuente: ‘Science Daily’

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