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Generales > leche_wikicc.png“El vínculo entre los productos de uso diario y la enfermedad de Parkinson (EP) se ha encontrado en otros estudios”, dice el autor del estudio Robert D. Abbott, PhD, con la Universidad de Shiga de Ciencias Médicas en Otsu (Japón). “Nuestro estudio se centró específicamente en la leche y en los signos de la EP en el cerebro”.

Para el estudio, 449 varones estadounidenses de origen japonés con un promedio de 54 años que participaron en el estudio de envejecimiento de Honolulu-Asia, fueron seguidos durante más de 30 años y hasta la muerte, después de la cual se realizaron las autopsias. Las pruebas analizaron si los participantes habían perdido células en el área de la sustancia ‘nigra’ del cerebro, lo que ocurre en la EP y puede comenzar décadas antes de la aparición de los síntomas.

Los investigadores también midieron en 116 cerebros la cantidad del residuo de un pesticida llamado epóxido de heptacloro. El pesticida se encontró en niveles muy elevados en la leche que se sirvió a principio de los 80 en Hawaii, donde fue utilizado en la industria de la piña. Esta sustancia fue empleada para eliminar insectos y fue retirado de Estados Unidos para ese uso durante aquel tiempo. El pesticida podría ser encontrado también en el agua de los pozos.

El estudio descubrió que los no fumadores que bebían más de dos tazas de leche al día tenían un 40 %  menos de células cerebrales en esa área del cerebro que las personas que bebían menos de dos tazas de leche por día. Para los que eran fumadores en cualquier punto, no hubo asociación entre el consumo de leche y la pérdida de células cerebrales. Estudios previos han demostrado que las personas que fuman tienen un riesgo menor de desarrollar la enfermedad de Parkinson.

Los residuos de epóxido de heptacloro se encontraron en el 90% de las personas que bebían más leche, en comparación con el 63% de los que no bebían nada de leche. Abbott señaló que los investigadores no tienen evidencia de que los participantes bebieran leche que contenía epóxido de heptacloro. También afirmó que el estudio no muestra que el plaguicida o la leche que bebieron casaran la enfermedad de Parkinson, sólo muestra una asociación.

«Hay varias explicaciones posibles para la asociación, incluyendo la casualidad», dijo Honglei Chen, MD, PhD, del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental y miembro de la Academia Americana de Neurología, que escribió un editorial correspondiente. «Además, el consumo de leche fue medido sólo una vez al inicio del estudio, y tenemos que asumir que esta medida representa los hábitos alimenticios de los participantes a través del tiempo.»

Chen señaló que el estudio es un excelente ejemplo de cómo los estudios epidemiológicos pueden contribuir a la búsqueda de causas para la enfermedad de Parkinson.

-Fuentes:

Noticia de ‘Science Daily’

Artículo original de la revista ‘Neurology’

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